Desde el primer día que comenzamos a trabajar con Adri y Johnny, tuvimos claro que lo que menos soñaban para su boda era tener un día convencional y podemos decir con mucha alegría que logramos el sueño. Cada reunión de trabajo fue súper especial y dio oportunidad para que nuestra amistad creciera y comprendiéramos mejor su esencia como pareja.
Un menú de pizza y bocas campestres, una ceremonia totalmente personalizada y los novios mas fuera de lo común fueron la clave para lograr un escenario alejado de lo tradicional.